Jorge Muzam
Un emotivo reconocimiento a don Francisco Hermosilla, uno de los arrieros emblemáticos de la cordillera sanfabianina, se realizó el 20 de enero de 2025 en la plaza de la comuna.
El reconocimiento fue precedido por una entrevista que realizaron integrantes de la Corporación Alico-Punto de Cultura Comunitaria, en conjunto con Prodesal San Fabián al arriero en su actual residencia particular en el sector de Pichinal.
Allí don Francisco relató aspectos desconocidos de su vida en la alta cordillera. La importancia vital de la familia, su esposa e hijos, la inclemencia climática, la distancia, los oficios que aprendió y desarrolló para sobrevivir entre las montañas, así como los pormenores de su trabajo de administrador en el fundo El Roble durante varias décadas.
El texto que condensó esta extensa entrevista lo realizó el historiador y presidente de Corporación Alico, Jorge Muzam, y su adaptación y lectura en la inauguración de la Semana de la Cultura Arriera lo realizó la poeta y dramaturga, Tania Sandía.
Don Francisco asistió junto a su familia y contempló el relato sobre su vida desde el Puesto Arriero "Los Troperos" instalado en el medio de la plaza, como una forma de recrear y poner en valor este tipo de construcción precaria en medio de la trashumancia de la vida arriera.
El alcalde de San Fabián, sr Cristofer Valdés, junto a la presidenta de la Unión Comunal de la Cultura y las Artes de San Fabián, sra Lorena Ledesma, otorgaron un reconocimiento a don Francisco Hermosilla ante la emocionada y respetuosa ovación del público.
Esta actividad marcó el comienzo de la Semana de la Cultura Arriera de San Fabián, versión 2025.
Nuestra Corporación ha estado comprometida desde el comienzo en apoyar, investigar, registrar, digitalizar, sistematizar información, difundir y reforzar la puesta en valor permanente de esta celebración que busca rescatar y preservar la rica cultura que se ha desarrollado durante dos siglos en la cordillera de San Fabián de Alico.
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Texto leído por la poeta y dramaturga Tania Sandía durante el reconocimiento a don Francisco Hermosilla.
Don Francisco Hermosilla y doña Fresia Fuentes, una larga vida en la
cordillera de San Fabián de Alico.
La historia que van a oír es real, es nuestra,
porque habla de nuestra gente, de nuestro territorio, de la inmensidad de campos,
lagunas, ríos y montañas.
Don Pancho Hermosilla y doña Fresia Fuentes
conformaron un respetado y querido matrimonio de nuestra comuna. Ambos
permanecieron casi toda su vida en la cordillera de San Fabián de Alico.
Primero en Chacayal y luego en Roble Huacho.
Se dedicaron principalmente a las labores del
campo, a la crianza y arreo de animales, a administrar las innumerables tareas
del fundo El Roble y a sobrellevar las estaciones con la precaución y sabiduría
aprendida de los ancestros.
Su hogar era un lugar de encuentro donde
compartir y pernoctar en medio de la inmensidad cordillerana. A punta de mate,
tortilla y amable hospitalidad fueron forjando amistades que perdurarían en el
tiempo.
Sus vidas están impregnadas de incontables
vivencias, anécdotas tanto divertidas como dramáticas, de largos viajes a las
veranadas, así como del recuerdo de cientos de personas que vivieron en El
Roble o pasaron por allí.
En aquellos años las distancias se medían de
otra forma, dependía del clima, de los caminos, de la rapidez de los caballos,
de la cantidad de animales que se arreaba. Las mulas eran vitales en la
cordillera. Ellas llevaban la carga para la subsistencia. Algunas llegaban a
cargar hasta 160 kilos.
En cada mes de marzo se hacía el rodeo.
Llegaban baqueanos desde distintos lados junto con sus piños y había que
ponerle la marca a fuego, mucho antes de que se impusieran los crotales. Eran
labores intensas que ocupaban muchos días y donde la sabiduría de la misma
gente y la sagacidad de los perros de arreo cumplían un imprescindible papel
para que el ganado no se revolviera.
Los primeros años en Chacayal don Pancho fue
campero y trabajó en las múltiples labores que demanda la vida en la
cordillera. Incluso aprendió a techar las casas con carrizo, tal como se había
hecho durante generaciones en los hogares de El Chacayal. Luego en Roble Huacho
tuvo que hacerse cargo de todo. Nunca hubo un día de descanso ni vacaciones
porque el trabajo en la cordillera es de todos los días, a veces también
abarcando la noche, en verano e invierno, en otoño y primavera. Con nieve o
granizo. Porque los animales tampoco pueden esperar. Necesitan atención,
alimentación, protección ante el frío y el calor. Tal como los seres humanos.
En la cordillera, mujeres y hombres se entregan
completamente para sobrevivir. Cada persona es una enciclopedia de oficios. En
parte porque nadie los ampara en la soledad de las montañas. Sólo la
fraternidad entre la misma gente que a veces vive a varios kilómetros unos de
otros.
Día tras día, don Pancho y su caballo
recorrieron cada rincón de la cordillera. Cada lugar con su nombre, su belleza
y su peligro. Valle Hermoso, El Chico, El Feo, Las Águilas, El Renegado, Los
Coltrahues, Nacimiento del Ñuble, el Cerro del Indio, Los Tábanos, la Subida
del Enemigo, los 12 Maitenes, la Subida del Novillo, el Vaho del Toro, entre
tantos otros, lugares que quedarán grabados en su memoria por siempre.
57 años estuvieron casados don Pancho y doña
Fresia. Una larga vida marcada por la unión, el afecto, la responsabilidad y
mucho esfuerzo. Tres hijos tuvo el matrimonio. Todos ellos criados en sólidos
valores, principios, tradiciones y conocimientos propios de la gente de
cordillera.
No hace mucho tiempo falleció doña Fresia
dejando un legado imborrable de amor y sabiduría en su esposo, sus hijos,
nietos y en todas las personas que tuvieron la fortuna de conocerla.
Hoy don Pancho Hermosilla vive en Pichinal,
dedicado a disfrutar su familia y la tranquilidad de su hogar, cuidando sus
parvadas de pavitos y conservando la vitalidad, energía y bondad que siempre lo
ha caracterizado.
Agradecemos a don Pancho Hermosilla y a su hijo
Daniel por acceder con tan generosa amabilidad a esta reconstrucción de
aspectos de sus vidas en la cordillera. Reconocemos igualmente a quienes
colaboraron para que este hito cultural se llevara a cabo: Lorena Ledesma de la
Unión Comunal de la Cultura y las Artes; Juan Luis Sepúlveda de Prodesal; Paulo
Acevedo de Prodesal; Jorge Muzam de Corporación Alico, y quien les habla, Tania
Sandía, poeta y dramaturga.
Es por esto y tanto más que le brindamos un cariñoso aplauso y reconocimiento a él y a su familia por su larga trayectoria siendo parte de la cultura arriera de San Fabián de Alico. Muchas gracias.
Fotografías: UCCA San Fabián
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